Luis Querbes, un hombre inspirador, que frente a las dificultades de la época que le correspondió vivir, fue capaz de superar todos los obstáculos, y hacer suya la misión de vivir, profundizar y celebrar la fe, dejándonos como herencia la Congregación de los Clérigos de San Viator, que como buenos caminantes (viator= caminante) han ido de continente en continente llevando la Buena Nueva del Evangelio, el amor a la liturgia y a los altares y trasmitiendo el mensaje de su fundador, para que en todo Adorado y amado sea Jesús.