Para Luis Querbes, el año 1816 es un año importante: el 21 de julio es ordenado diácono y el 17 de diciembre es ordenado sacerdote.

Después de un mes de su ordenación sacerdotal comienza siendo vicario cooperador de la que fuera su parroquia (San Aniceto), siendo el más joven de la parroquia y se caracterizó por su disposición, sencillez y buen trato con los feligreses.
Los sermones del P. Querbes atraen la atención de los feligreses por su vigor, claridad, conocimiento de la Sagrada Escritura y convencimiento personal de lo que dice.
El Padre Querbes como sacerdote cuando se dirige a los padres de familia siempre destaca la importancia que tiene la elección de una escuela que eduque en la fe a sus hijos.
Después de seis años como vicario cooperador, Querbes el 25 de octubre de 1822 se le nombra Párroco de Vourles, un pueblo campesino con pocos habitantes.
La Parroquia de Vourles estaba en ruinas, los católicos eran escasos, no había una organización visible, pero esto no desanimó a Querbes, sino que le genero un desafío, puso todas sus capacidades para que las cosas cambiaran y así fue: sus sermones fueron atrayendo a la gente a su Parroquia en remodelación, se interesa en el resurgimiento de la escuela tratando que todos los niños fueran educados en la fe, organizó la cofradía del rosario y otros grupos de oración, al darse cuenta que las niñas no tenían escuela convocó a las hermanas de San Carlos para abrir una escuela católica femenina.
Después de 6 años de trabajo duro, el 5 de mayo de 1828, consiguió reparar totalmente la Parroquia, se bendice solemnemente, siendo una de las Iglesias más hermosas de los alrededores.
La formación en la liturgia, en los sacramentos, el cariño por el santo altar y la educación en la fe, era lo que Querbes quería transmitir a sus feligreses, sus sermones eran muy elogiados y tenía un creciente aumento.
Como sacerdote se encuentran testimonios que lo consideran un sacerdote “Amable, alegre, ingenioso, franco, agudo en sus apreciaciones, su compañía era muy solicitada, de corazón sensible y amable, contaba en el clero con gran número de amigos, a ninguno de los cuales le falló”.
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